En el Real Madrid, sus números han crecido de forma exponencial. En apenas tres temporadas y media, está ya en la Historia de un club camino de los 111 años de vida. De blanco, Ronaldo promedia más de un gol por partido. La proporción áurea del fútbol, un prodigio de efectividad que le permite codearse con mitos del club como Puskás y Di Stéfano. A estas alturas, pocos madridistas lamentan que su billete al Bernabéu fuera el más caro de todos los tiempos: 96 millones.
Cristiano Ronaldo. La estrella tenaz repasa la carrera de Cristiano, sin obviar polémicas y frustraciones, como la del último Balón de Oro. Pero tampoco sus méritos, entre los que destaca un perfeccionismo casi obsesivo que empezó a cultivar en Quinta do Falcao, el barrio en el que creció en Madeira. Y su capacidad para vencer obstáculos ajenos al juego, como la prematura muerte de su padre o el odio de todo un país, Inglaterra, tras el incidente con Wayne Rooney en el Mundial de 2006. Una explosiva mezcla de talento, carácter y ambición que lo convierten, aún con media vida deportiva por delante, en uno de los atacantes más completos de la historia del fútbol. Un futbolista que, si no lo es ya, va camino de la leyenda.