Este fue el terrible castigo que les impuso una
maga a los padres de Rapuncel por coger en su
jardín unos rapuncios, el mejor remedio para las
molestias de las embarazadas.
En esta versión del conocido cuento de los
hermanos Grimm se reivindica la conexión
femenina con la naturaleza y se ofrece una
propuesta plástica con personajes alejados de
los estereotipos de los cuentos de hadas.