Fue un talentoso del arbitraje que llegó a ser, durante tres años, el mejor árbitro del mundo. Juan Carlos Loustau
Cuando a alguno se le subían las pulsaciones, aparecía Baldassi con una palabra, una broma o una chicana para que el partido no se descarrilara. Martín Palermo
Héctor Baldassi recorrió buena parte de los campos de juego de todo el país y, más tarde, algunos de los más importantes del mundo, como los que fueron escenario de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y el Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010. Su carrera como árbitro de fútbol fue de menor a mayor: de improvisado aprendiz a notable juez.
Su autobiografía está a la altura de esa trayectoria. Un collar de anécdotas, que llevan al lector al corazón de superclásicos, mundiales, torneos, debates futboleros, vestuarios con y sin lustre y más. ¿En qué cancha le ponían por altoparlantes la canción "Vos sos un caradura"? Las bromas que le hacía a Horacio Elizondo en los viajes. ¿Por qué a los arqueros, después de pedirles que no se adelantaran, les decía "el penal va a la derecha"? ¿Cómo reaccionaba con aquellos dirigentes que intentaban "congraciarse" ofreciéndole perfumes antes de los partidos? En los congresos de la FIFA, ¿hablaba en inglés o en cordobés? El día que fue con sus asistentes a un hotel alojamiento... ¿José Luis Chilavert le protestaba realmente o le confesaba por lo bajo que actuaba para su gente? La roja a Tevez por hacer la "gallinita". Por qué casi va preso en Bahía Blanca. Y el episodio con Radamel Falcao, que hasta el día de hoy le reclama por un gol que Baldassi no vio.
Si alguien quiere saber qué ocurre cuando un ex árbitro de fútbol cordobés se pone a contar sin tapujos, debe saber, entonces, que el resultado es encantador.