En Richmond, la doctora forense Kay Scarpetta participa en la investigación de una serie de incendios provocados que presentan un denominador común: en los cuerpos calcinados de las víctimas se encuentran siempre restos de magnesio.
El caso no pasaría de ser uno más en la larga lista de crímenes con los que Scarpetta ha tenido que enfrentarse, si no fuera porque estas últimas indagaciones la están conduciendo a una inquietante evidencia: los sucesos muestran características que vinculan su pasado con el de Carrie Grethen -la psicópata que había mantenido una relación con su sobrina Lucy- y con un asesino en serie que nunca llegó a ser capturado.
Y lo que es peor, Carrie Grethen, en paradero desconocido desde que logró escapar de un centro psiquiátrico de Nueva York, acaba de poner en marcha un juego maquiavélico cuyo objetivo es saldar una deuda de juego pendiente con sus contrincantes, Kay y Lucy, a quienes responsabiliza de su actual condición.