Parece que Temple Brooks Gault, el asesino en serie que se ha convertido en la última pesadilla de la investigadora Scarpetta, ha vuelto a cometer un asesinato.
La víctima es una mujer blanca, encontrada en el Central Park de Nueva York, cuya identidad no consiguen determinar. Las pistas encontradas en el escenario del crimen y en el cuerpo de la víctima son tan evidentes que parecen dejadas a propósitos como indicios de un desafío.
Scarpetta no puede pasar por alto que las pistan la señalan a ella misma como la próxima presa.
Aunque cuente con la ayuda del FBI, Scarpetta sabe que ha de jugar sola y que deberá hacerlo en el terreno de Gault, es decir, en los túneles del metro de Nueva York.