Este libro es una antología de los comentarios de Calderón de la Barca a las escenografías y los artilugios técnicos utilizados en las puestas en escena de sus Autos sacramentales. Aquí se describen las maquinarias, los colores y los diseños y hasta el modo en que los actores deben comportarse en escena. Se trata de una apología del barroco a través de la técnica y de la minuciosidad.