«Talese cuenta historias cálidas, divertidas y trágicas sobre hombres, mujeres, acero y hormigón. Una buena lectura.»
Denver Post
«Llegan a la ciudad en coches enormes, viven en habitaciones amuebladas, beben whisky acompañado de chupitos de cerveza y persiguen a mujeres que no tardarán en olvidar. Se quedan poco tiempo, no más del que necesitan para construir el puente.»
A finales de 1964 se completaron las obras del puente de Verrazano-Narrows, que une Brooklyn y Staten Island y que, medio siglo después, sigue considerándose un prodigio de la ingeniería: con sus 4.176 metros de longitud, es el puente colgante más largo de Estados Unidos y el sexto del mundo.
Gay Talese, que siguió de cerca el levantamiento de este monumento al esfuerzo del hombre, recogió en El puente las historias humanas que se hallaban tras su construcción, desde el día a día de los obreros que trabajaban sobre vigas a alturas de vértigo hasta los acuerdos a puerta cerrada que desplazarían vecindarios enteros para dar cabida a la bestia.
Un relato fascinante de intrigas políticas y de coraje, y una demostración del talento de Talese como cronista y narrador de historias.
Reseñas:
«Una crónica brillante. Describe con emoción a la gente que participó en el proyecto. Ve en el puente un logro humano más que mecánico, y aporta drama y aventura a la historia de su construcción.»
The New York Times Book Review
«Este libro tiene el encanto de I CovertheWaterfront, de Max Miller, y la precisión de Muerte en la tarde, de Hemingway.»
St. Louis Post-Dispatch
«Solo un escritor enamorado de su materia puede producir un relato tan fascinante. Hay muchas historias dentro de El puente, y todas merecen ser leídas.»
Houston Post
«Un relato maravilloso en el que combina tristeza, humor, peligro, muerte y angustia, y que al lector le resultará difícil dejar.»
Arizona Republic
«Un relato fascinante y atractivo. Un drama absorbente y maravillosamente escrito.»
Times Union
«Talese cuenta historias cálidas, divertidas y trágicas sobre hombres, mujeres, acero y hormigón. Una buena lectura.»
Denver Post