He aquí, estimados lectores, un poemario dedicado al amor desde la intimidad sincera y la sensibilidad que despierta el límite otoñal, el tiempo que desvela poco a poco los verdaderos valores de la vida y el sosiego de la certidumbre reposada.
Delicado, escrito en el papel de seda que nos brinda el viento en algunas privilegiadas ocasiones, apenas bostezado sobre papel de sueños, trenza-do con tinta de amapolas.
Hay que penetrar en él con calma, querido lector, con la parsimonia que requiere degustar lo auténtico; los sabores, los olores, los sentimientos y los ángulos que nos va dejando la vida, pintados al claroscuro y abandonados al destino de nuestra fe y nuestra capacidad. Mejor leerlo a la luz de la luna, tal vez junto al mar andaluz del que lleva cargadas esencias, y esperar el momento en el que seamos capaces de incorporarlo.
Y si no lo encuentras, no hay que desesperarse, habrá que intentarlo en otra ocasión, estar atento al tiempo y las mareas, muy atento; ya que este poemario, querido lector, fue originalmente publicado en el viento.
Xavier de Tusalle