Sin duda, cuando la alteración existente tan sólo obedece a un problema de adaptación al método pedagógico, tales recursos facilitan la resolución del retraso del alumno. Cuando la perturbación existente responde a los déficits que constituyen una alteración verdadera y objetiva de la capacidad de aprendizaje (según las clasificaciones DMS, el CIE-10-MIA de la OMS), entonces, la reeducación y la terapéutica a desarrollar deberán trabajar con las técnicas derivadas de los conocimientos de la psicomotricidad y de las técnicas grafo-perceptivas que emanan de la valoración gnosicopráxica, a través de la cual y mediante un estudio adecuado, se determinará la situación en que se encuentra el sujeto que padece tales problemas.
Al hablar de la psicomotricidad se aborda el aspecto disfuncional de la alteración de la capacidad de adquisición del aprendizaje lecto-gráfico y de cálculo y no se trata, por no ser éste su lugar, de toda la perturbación dinámico-relacional que en un porcentaje muy elevado suelen presentar estos niños. Los autores se plantean también, después de largos años dedicados a esta cuestión, si en el análisis del deterioro cognitivo en la senescencia no debería tenerse en cuenta que en el proceso evolutivo se produce una inversión similar a la progresión madurativa.
El temario expuesto interesará tanto a psiquiatras que se dedican a la atención de la infancia, a pediatras, a psicólogos y psicopedagogos, como también, sin duda, a maestros.