No podía amarla, pero tampoco podía dejar de hacerloSe suponía que solo debía disuadir a Vanessa Reynolds de seguir adelante con sus planes de convertirse en reina. Quizá aquella bella madre soltera pensaba que iba a casarse con el padre de Marcus Salvatora, pero el príncipe Marcus iba a hacer todo lo posible para evitarlo.Sin embargo, en cuanto conoció mejor a la encantadora estadounidense y a su pequeña, Marcus se vio inmerso en un mar de dudas. Aquella mujer no era ninguna cazafortunas y empezaba a creer que su hija y ella podrían hacerlo feliz. Para ello debía impedir que se marchase de su lado, aunque eso supusiera poner en peligro la relación con su padre.