Leigh Grove es una joven espabilada y con muy buenas perspectivas profesionales que trabaja en una prestigiosa empresa de inversiones. Cuando descubre que algo no funciona, su perfecta vida empieza a desmoronarse.
Conn Stryker no sólo dirige una empresa de software forense, sino que trabaja de forma encubierta para una agencia del gobierno. Ha organizado su vida como sus proyectos de software: control absoluto y ninguna sorpresa.
Cuando Leigh se introduce en la última investigación de Conn, su primer impulso es apartarse de la creciente atracción que siente hacia ella. Sin embargo, en el momento en que la violencia y el asesinato entran en juego, salvar a la mujer que reclama su corazón se convierte en una carrera contrarreloj.