En cada uno de estos trece relatos y tomando como punto de partida un hecho superficial y sin trascendencia aparente, el autor ha querido observar el desconcierto y la incapacidad del hombre para asimilar la transformación que seguirá a ese suceso sin importancia, el giro drástico que toda existencia puede experimentar en el momento más inesperado. Estas historias acreditan a Pepe Cervera como un autor concienzudo y hábil, dueño de una efectiva capacidad para las descripciones, para fijarse en los pequeños detalles que conforman la vida de sus personajes, ágiles pinceladas que los humaniza y les confiere una atractiva familiaridad. El estilo pulido, directo y contundente, y la mirada tangencial que recorren las páginas de este libro, impiden que el lector se distraiga, atrapando su atención hasta llegar al testimonio literario con que se cierra el volumen, una confesión obtenida a base de detalles esparcidos por los cuentos precedentes, y que plantea la duda final entre lo que hay de realidad y de ficción en todos ellos.