Tras la muerte de Robert Veldecker, Raquildis, su anterior consejero, es quien lidera Praemortis. Su liderazgo se mezcla con su devoción hacia la criatura marina, el Haiyim, capaz de extender sus tentáculos hasta las voluntades de quienes le ofrecen su lealtad.
Entretanto, Leandra, se debate entre la vida y la muerte en la prisión de Wael. La realidad se mezcla con sus delirios, mientras una decisión cobra forma en su interior: ¿es cierto lo que promete el Golem? Wael será algo más que una prisión para su cuerpo. Su espíritu deberá enfrentarse a sí mismo, a su naturaleza oscura, en una prueba final que podría poner en peligro el futuro de todo cuanto existe.
Sin embargo, lo que todos desconocen es que Erik Gallagher, el noble más carismático de la ciudad, no ha muerto. Permanece oculto bajo el cuidado de Ipser Zarrio, desarrollando un plan demente para acabar con la ciudad.
Praemortis II muestra un mundo en donde el sol ha dejado de lucir y las temperaturas bajan de manera vertiginosa. Algo está a punto de suceder, algo de enorme magnitud. Descubrir a tiempo de qué se trata podría salvar a toda la humanidad.