La gente tiene una idea equivocada sobre la ciencia, incluso los mismos científicos. Y puesto que lleva circulando durante los últimos siglos, está acabando por imponerse la concepción de que los descubrimientos científicos tienen lugar porque primero se formula una hipótesis, luego se realiza un experimento y finalmente se extrae una conclusión. Nada más lejos de la realidad: algunos de los mayores descubrimientos -la radioactividad, la genética, la teoría cuántica- se iniciaron con experimentos que perseguían unos resultados bien diferentes a los logrados; otros empezaron con grandes conclusiones sobre el origen del universo y sin ninguna pista sobre cómo comprobarlas experimentalmente. Robert Matthews ha realizado un trabajo ingente para explicar los principios científicos que se esconden tras el amplio y entretenido abanico de preguntas que se plantea la gente corriente: desde si nos mojamos más andando o corriendo bajo la lluvia (viene a ser lo mismo) o si existe una definición universal para izquierda y derecha (sí).