Escrita en forma de diálogo, la obra se puede dividir en tres partes: la maternidad divina de María, el problema de las dos naturalezas en Cristo y la interpretación de algunos pasajes bíblicos para comprender cómo el Verbo, aún permaneciendo impasible, haya sufrido por nosotros lo que es propio de la carne.
En cuanto a la maternidad divina de María, Cirilo apela a la doctrina tradicional, según la cual María es Theotokos (Madre de Dios) y no solo Christotokos (Madre de Cristo) o Antropotokos (Madre del hombre), como pretendían los nestorianos.
Respecto al problema de las dos naturalezas, la resolución definitiva se dio en el Concilio de Calcedonia (451): "Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona".
La presente traducción es la primera que se publica en lengua castellana.