Un hombre joven se aburre. No sabe qué hacer con su vida. Un día le asalta la idea de cometer un asesinato, un homicidio al azar, sin razón aparente. Se convierte en homicida. No obstante creerse a salvo a carecer de motivos, aunque todo parece haber salido a la perfección, el azar interviene... A destacar el uso del I Ching (oráculo bimilenario chino) para dilucidar el éxito o fracaso de los asesinatos. Porque no hay un solo asesinato, hay más.