Cada vez son más las empresas que suelen organizar eventos corporativos, contando con la participación de ponentes expertos en la materia. Las exposiciones públicas de informes o ponencias tienen como principal objetivo satisfacer las expectativas de los clientes, aumentar la cuota de mercado y, obviamente, conseguir un mayor número de asistentes para que el evento sea rentable. La empresa y el ponente forman, a priori, el binomio perfecto. La empresa desea contar con la participación del experto y éste, a su vez, se siente satisfecho de que la empresa cuente asiduamente con él. De hecho, el ponente, ya sea profesional independiente o representante de una sociedad mercantil, también tiene ocasión de darse a conocer ante la audiencia y mejorar su estatus personal y profesional. Tan perjudicial puede ser para la empresa y para el experto una ponencia carente de contenidos interesantes, como la exposición oral de alguien que, sabedor de su gran experiencia y valía profesional, se ?tira a la piscina sin red? y prefiere dejarse llevar por la improvisación. El objetivo de este libro no es el de enseñarle a hacer vistosas presentaciones de PowerPoint ni el de organizar un evento corporativo, sino el de reflejar las percepciones y sensaciones del gran público ante un magnífico orador. De hecho, ¿de qué sirven las proyecciones visuales con impacto si algunos oyentes prefieren escuchar al ponente con los ojos cerrados para evitar la dispersión de ideas, emociones, sensaciones y conocimientos, como si de una obra musical se tratara? A lo largo de su lectura, la autora explica los errores más comunes cometidos en las exposiciones públicas y cómo seguir con éxito los pasos de grandes conferenciantes que, como usted, también tuvieron su primero experiencia al presentar públicamente un brillante proyecto ante el Consejo de Administración.