Sofía y Paula, amigas del alma desde la adolescencia, no pueden creer que la vida se lo esté poniendo tan difícil. Paula, alta y exuberante, parece brillar con luz propia en la frutería en la que trabaja y conquista a sus clientes con su vibrante personalidad, pero no ha vuelto a encontrar un hombre que valga la pena después de su fracaso matrimonial cuando aún era muy joven. Para la bella y menuda Sofía es aún más complicado: madre soltera, haciendo malabares para llegar a fin de mes y sacar a su hijo adelante, limpia casas y acepta cada vez más trabajos extra, como ayudar a Paula en la frutería. Los hombres de sus vidas deben estar ahí fuera, en algún sitio, piensan, pero están demasiado ocupadas sobreviviendo como para detenerse a considerarlo. Todo cambia cuando Sofía acepta limpiar por horas en la casa de Ric, un atractivo novelista, cliente de Paula, que está recuperándose de un grave accidente. Ric es divertido y amable, y hasta permite que Sofía lleve a su pequeño Lucas a su casa cuando no tiene con quién dejarlo. Claro que no contarán con que un inoportuno balonazo del niño despierte la furia de Fran, el misterioso y apuesto vecino de Ric. Una fantástica novela coral, con personajes francos y cercanos, en la que las historias de amor se suceden pared con pared.