Estos versos de Rafael Alberti, escritos a sus ochenta jóvenes años, son ya suficientes para avalar la convocatoria anual de Poesía Última que, desde su Fundación, ha nacido para alentar y dar a conocer a los creadores más jóvenes. Cada uno de los versos de este breve poema es ya una declaración de principios, una atrayente forma de concebir la poesía y la vida que ha hecho de Alberti un poeta siempre atento al acontecer de un siglo, cuyos ecos él ha sabido transformar en materia lírica.
Toda la obra de Rafael Alberti puede considerarse Poesía Última porque ha logrado atravesar un siglo entero de sostenida creatividad, ser un poeta en la calle y realizar una obra que llega hoy con fuerza y fascinación a los más jóvenes.