De la más preciosista y rigurosa metáfora al surrealismo más escaldado a base de escritura automática. De la estructura delimitada por la rima al campo abierto que los hipérbatos llevados a sus más irreverentes cotas permiten. De la contemplación de la naturaleza más pacífica y amable a la vivencia del rudo y gris paisaje urbano. Del recurso más sofisticado al coloquial lenguaje. De la mitología griega a la egipcia. Del amor filial al amor de pareja. De un lado a otro, constantemente, Carlos Muñoz nos lleva de la mano en su salto del abismo que, efectivamente, la aparentemente paradójica situación del título de este libro plantea. Amor hueco, amor que se intenta llenar a toda vista a base de esfuerzo poético.