Ya los eminentes psicoanalistas Freud, Jung y Adler, se ocuparon de tratar de comprender el misterio de lo psicogenésico y de cómo orientar a la humanidad en el correcto uso de tan precioso poder.
Freud se ocupó de las enfermedades del alma, producidas por reprimidos causados por la no plena satisfacción de las energías instintivas de la naturaleza del hombre. Adler pensó que esas energías se manifestaban en complejos de plus y minusvalía frente a las circunstancias. Y Jung tomó el maravilloso camino de la investigación metafísica, para averiguar la realidad del alma y el porqué de sus trabazones en los múltiples aspectos del humano vivir.
La obra de Atkinson y Beals marcha directamente por el camino que conduce a la comprensión del uso correcto de tal poder, el cual genera la especie y abusando de él (por ignorancia o por sugestiones depositadas en el subconsciente por sí propio o por los demás) degenera al hombre.
El poder de la energía sexual estudia el camino por medio del cual el ser humano puede regenerar su naturaleza, usando la energía sobrante de la actividad generadora de la especie.
WILLIAM WALKER ATKINSON fue una de las figuras más importantes e influyentes del Nuevo Pensamiento. Era un empresario y abogado de éxito en los Estados Unidos, cuando el estrés y el exceso de tensión, le acercaron al desastre financiero y por eso buscó su curación y la encontró en una nueva conciencia mental y física. Siguiendo sus principios, alcanzó un perfecto estado de salud, vigor mental y recuperó la prosperidad material.
Poco después de su curación, Atkinson comenzó a escribir algunos artículos sobre las verdades que había descubierto y se convirtió en un activo promotor del movimiento como editor y autor, lo que le hizo muy popular e influyente. En su frase: «El hombre es lo que piensa que es. El pensamiento es fuerza y gracias a su poder lo que pensamos se convierte en realidad. La solución está en elegir conscientemente nuevos pensamientos; pensamientos beneficiosos y que el subconsciente los recuerde para nuestro bien», se resume la esencia de su obra.
Este libro pertenece a la corriente de El Nuevo Pensamiento, que es una corriente filosófica que surgió a mediados del siglo XIX en los Estados Unidos de América. Fue conocido en sus inicios como Ciencia Mental y sólo años más tarde recibiría el nombre de Nuevo Pensamiento New Thought en inglés.
Este movimiento adquirió cada vez más importancia extendiéndose por todo el mundo y produciendo grandes escritores durante todo el siglo XX, como: Thomas Troward, William Walker Atkinson, Ralph Waldo Trine, Napoleon Hill, Emmet Fox, Joseph Murphy, Louise H. Hay, Deepak Chopra y Gary Zukav, entre otros.
El Nuevo Pensamiento no es una religión, pero proclama la necesidad de una experiencia directa con el Creador, sin necesidad de intermediarios. Su mensaje central consiste en que el pensamiento de cada persona da origen a sus experiencias y a su visión del mundo. Por este motivo el Nuevo Pensamiento concede una gran importancia a: la actitud mental positiva, a la meditacióny a los ejercicios de afirmaciones.