Cuanto más cerca estaba de él más grietas aparecían en la armadura tras la que se escondía.
El playboy más deseado de Italia, Gianluca Benedetti, no reconocía a Ava Lord, aquella preciosa dama de honor que le había robado el aliento siete años antes, pero le bastó con mirar esas curvas una vez para identificar a la joven que había estado en su cama tanto tiempo atrás. Un beso furtivo desató el frenesí de los medios y Gianluca no tuvo más remedio que llevársela a la costa de Amalfi para ahogar el escándalo. Asimilar esa pasión reencontrada era difícil y Ava se dio cuenta del peligro que corría si abría su corazón.