La obra de Margó es la que vemos en su exposición. Obra que nace absolutamente de su vida y se recibe tan sentida que es imposible pasar ante ella ajeno o sin provocación de algún reflejo de ese sentimiento. Nmc. Margó rescata en su obra y en sus "manipulaciones" lo mejor de cada pequeño objeto, significando su capacidad simbólica y dando un nuevo sentido a su existencia. Su obra demuestra un permanente interés por las cosas, por la vida. Este interés transformado en sentimiento por su ojo de pintora, se sitúa dentro de la tradición fiel y auténtica del arte español más serio, universal e importante: ese que en todas las disciplinas ha sido capaz de analizar el mundo desde la sencillez y la mirada a lo cotidiano.