«La superficie rectangular, los grandes ejes verticales y horizontales, la iluminación real del lienzo, la posibilidad de que el espectador pudiera contemplarlo desde una óptica u otra, todo ello está presente en los cuadros de Manet, se recupera, se restituye con los cuadros de Manet. Y Manet reinventa (¿o acaso inventa?) el cuadro-objeto, el cuadro como materialidad, el cuadro como objeto pintado que refleja una luz exterior, y frente al cual o en torno al cual se mueve el espectador. Tal invención del cuadro-objeto, tal reinserción de la materialidad del lienzo en aquello que en él se representa es, en mi opinión, la esencia del importante cambio que Manet aportó a la pintura, y en este sentido puede decirse que Manet alteró más allá de preparar el terreno para el impresionismo los valores fundamentales de la pintura occidental desde el quattrocento.» michel foucault