A la muerte de Marga, su mujer y madre de sus dos hijos, Kristo Tarapi, antiguo guionista de los estudios cinematográficos del régimen comunista albanés, prejubilado con una ínfima pensión en la nueva sociedad de mercado, queda sumido en la soledad y el marasmo. Se ve abocado entonces a hacer recuento de su vida y, rememorando décadas de temor y violencia bajo el régimen de Enver Hoxha, sólo encuentra permanente sumisión y fracaso. El único ingrediente de su vida que se le revela digno de un ser humano resulta ser su relación con las mujeres que amó a lo largo de su existencia: su madre, en la infancia, y sobre todo aquellas a las que quiso como varón, en ocasiones de forma patética, siempre sincera. Todas ellas perseguidas, maltratadas, aherrojadas, condenadas por su propia condición y por la indignidad imperante. Por fin, vacío ya de toda ambición, después de desembarazarse de sus fantasmas, una joven, amiga de su hija, se constituye en el único asidero que lo mantiene vinculado a la existencia...