En México viven varias razas de gitanos y hay una gran diversidad entre los grupos familiares que llegaron a este país en diferentes épocas, ahora son mexicanos y aunque su número es todavía un misterio, se estima su población en unos 150,000. Uno puede encontrar todos los grupos rom que viven en Europa y probablemente existe una de las poblaciones rom más amplias, ya que habitan Kalé españoles, Boyash, Machwaya, Lovaria y Calderash entre otros.
Entre el año 1880 y 1914 llega a México el grupo de los Ludar, o gitanos rumanos, llegaron a América del Sur y el Este de Europa, la mayor parte de los ludar vinieron del Noroeste de Bosnia. A su llegada se especializaron como amaestradores de animales, osos y monos, que bailaban por las calles con un pandero, también eran comediantes. Los ludar llegan a México con la intención de emigrar después a los Estados Unidos, pero permanecieron en México, país donde encontraron la libertad, parte indisoluble de su existencia.La historia de los gitanos ludar en México se ha forjado en un caminar permanente que lo distingue de los otros pueblos gitanos que viven acá, conservando su tradición de nómadas. Durante su itinerar han aprendido las ricas y variadas tradiciones y costumbres de México pero sin renunciar a la peculiar forma de vida que los caracteriza, sus valores, sus oficios ancestrales, su alegría por la vida, por la libertad, por el espectáculo, por el camino... y con un fuerte sentido de pertenencia a su pueblo.
Ahora el espectáculo se presenta como carpa-circo con payasos, comediantes, bailarinas, magos, escapistas, fakires,... y como atracción principal, el hipnotismo colectivo.
En México, los niños gitanos no asisten a las escuelas, bien por su condición de nómadas o por una discriminación generalizada que ha obligado a muchos a mimetizarse con los pueblos donde habitan con la finalidad de poder comerciar y sobrevivir.