Los cuatro textos presentados en este volumen son fundamentales para entender cómo se produjo, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, la estimulante disputa entre defensores y detractores del mundo virreinal, que culminó con el des¬mantelamiento del interés liberal y republicano por la cultura de la Colonia. Es en estos años cuando se gesta la idea, todavía hoy dominante en la historiografía más conservadora, de que en Chile nunca existió realmente una cultura colonial o un arte barroco que, desde su lugar periférico, pudiera confrontar la originalidad de los modelos producidos en los centros de arte europeos y latinoamericanos.