¿Serían capaces de dedicarse exclusivamente al trabajo? Daba igual lo preciosos que fueran sus labios o lo seductoras que fueran sus piernas, el magnate Jordan Smith no quería saber nada de su antigua amante, Alexandra Bennett. Pero Alex era su nueva empleada. La química que había entre ellos era innegable y trabajar hasta tan tarde los volvió locos de deseo. Cada día era más difícil resistirse a la tentación, pero la historia que había tras ellos era muy dolorosa. ¿Podrían olvidar lo que había ocurrido hacía diez años y hacer las paces para siempre?