Vivir en la perrera es vivir enjaulado, a golpe de ladrido, sin más expectativas de futuro que alcanzar cada nuevo día y salir ileso. Así viven los protagonistas de esta novela, tres jóvenes de barrio que consumen su existencia entre porros, peleas y flirteos con chicas que nunca podrán ser suyas. Todos son perros y todos ladran, y quien logre ladrar más será el dueño de la perrera. Cuando el mordisco es la única posibilidad de defensa, la violencia es el único camino. Y todo acaba encaminándose hacia el golpe, la magulladura, el choque cuando un perro aparece muerto entre las manos de un niño. De la prosa de Daniel Ruiz García han dicho: «Pura literatura, de esa que se pone en vena y da que pensar» (Fernando Royuela, escritor). «Cómo me inspiras, chaval, cómo te randelo los giros y los hago míos. Qué poca leche, la mía, al decirme escritor cuando tú lo eres de veras» (Montero Glez, escritor). «Daniel Ruiz es uno de esos novelistas que se ha ganado a pulso un puesto de preeminencia dentro de la nueva narrativa española» (Manuel Moya, escritor). «La literatura es también música, la música de las palabras. Y eso lo sabe Daniel Ruiz, y por eso le pone a sus textos una melodía propia, la suya, reconocible, que conduce y modula con vigor y mano diestra de principio a fin de la sinfonía. No es fácil. Esto no es nada fácil de hacer. Quien lo intentó lo sabe» (David Eloy Rodríguez, poeta).