En el Monterrey de los narcos, el reggaetón y el hip hop, ella es una joven universitaria más pero también una reina entre las de su clase, la novia de un jefe de sicarios del narcotráfico, al que sirve como su esclava. Fernanda le profesa a Julio un amor incondicional que no es sólo sumiso sino también miserable y babeante, tan violento como el trato que él le propina y tan inquebrantable como el terror con que ella vive. Con un ritmo vertiginoso, Perra brava es una novela furiosa y cruenta que a velocidad sorprendente cuenta de manera rigurosa una historia tan increíble como familiar porque, pese a que no hay mujer más vigilada que esta reinita de los sicarios, Fernanda vive en el miedo: a la sangre, a su padre, al mundo exterior y a su propio futuro. Una muchacha normal no pide más que, si no se ha muerto su padre, suceda pronto y de manera trágica, horrenda y asquerosa, para que sea noticia y así enterarse a través de los noticieros; que nunca su hermana aparezca destazada; que a nadie se le ocurra violar a su sobrina; que su hombre no termine con el cráneo perforado cualquier día de estos; que la policía no vuelva a arrojarle en el regazo la cabeza de un muerto...