Argumento de Perlas Ii
Un libro bueno te mantiene, te defiende y, sobre todo, te da la mejor compañía en los momentos de soledad, melancolía y tristeza por los que pasamos todos; es más, a diferencia de un amigo, un libro se quedará a tu lado todo el tiempo que sea preciso.
A don Quijote le importaba mucho lo que dijeran de él los siglos venideros. En cambio, le importaba un comino lo que dijese el presente, pues ya se sabe que la opinión de los contemporáneos hay que cogerla más que con pinzas, quiero decir, cuidarse mucho de ella, porque la mayor parte de las veces la mueven el interés, la envidia, el temor y cosas así.
La prisa es enemiga de lo mejor.1