Desde mayo de 1973 hasta su cierre definitivo en septiembre de 1974, El Descamisado -y sus sucesoras, El peronista y La Causa Peronista- definió un estilo nuevo en el periodismo argentino que sus enemigos imitaron enseguida. Diferenciándose de las tradicionales publicaciones de izquierda, el semanario innovó el diseño y la fotografía, con una redacción por la que pasaron, entre otros Enrique "Jarito" Walker, Juan José "Yaya" Ascone, Héctor Oesterheld y los jóvenes Pepe Eliaschev y Ricardo Roa. Aunque expresaba la política de Montoneros, encontró la clave de su éxito al hacerlo con criterio periodístico y creatividad.
Ricardo Grassi, su director, evoca número a número los peligros, los debates y las contradicciones de una revista que hizo historia, y describe con maestría los vaivenes políticos de esas 63 semanas que cambiaron la Argentina.
Del llanto de Leonardo Favio en la entrevista que siguió a la Masacre de Ezeiza y el reportaje a Mario Firmenich y Norma Arrostito sobre el secuestro y fusilamiento de Aramburu, al testimonio inédito del único participante de la acción aún no identificado.
Tres veces clausurada, catorce de sus cuarenta integrantes asesinados, El Descamisado es ya un hito ineludible para reconstruir la crónica de ese momento del país y la vida de sus protagonistas.