La última tormenta del invierno se aleja llevándose con ella las vidas del señor Diógenes, dueño de una joyería en la calle Destino, y del malabarista que realizaba su pequeño número circense junto a su puerta. Con ellos, también se va para siempre el viejo mundo de Mauricio Marconi y Juan Sandunguero, dos hombres muy diferentes en su forma de ser y unidos por las circunstancias de la vida. La primavera, que llega enloquecida, hace florecer los anhelos y las ambiciones de personajes que tratan de recorrer el camino que le les ha tocado. Cuando estos caminos se cruzan, surgen enredos, embrollos y algunos episodios que pueden parecer disparatados, pero que podrían pasar perfectamente por situaciones cotidianas. En definitiva, un relato ligero para una de esas tardes en las no hay mucho que hacer.