Carme Romia destaca de Henry D. Thoreau su compromiso social, su rechazo a la esclavitud y el derecho a la desobediencia civil.
José Luis Gordillo resalta el autoperfeccionamiento moral de Leon Tolstói, que incluía la desobediencia a los mandatos del Estado.
Antoni Soler destaca de Gandhi su coherencia y los métodos de lucha no violentos que impulsó en forma de decálogo.
Francisco Fernández Buey distingue en Einstein un pacifismo antimilitarista radical y la responsabilidad social de los científicos en la era nuclear.
Según Elena Grau, la reflexión principal de Virginia Woolf es la emancipación femenina teniendo como horizonte y medida el hecho de la guerra.
Verena Stolcke aborda el pensamiento de Hannah Arendt es una fuente de inspiración excepcional para una crítica humanista radical del mortífero mundo actual.
Joan Gomis analiza las ideas y la lucha por los derechos civiles para la población negra de Martin Luther King. Repasa su trayectoria como líder de las protestas, su opción por la acción directa no violenta y su visión sobre el cristianismo como instrumento de transformación de la sociedad.
Jaime Pastor analiza la trayectoria intelectual y activista del movimiento por la paz del historiador Edward P. Thompson: su oposición a las armas nucleares, su convicción de la necesidad de un nuevo internacionalismo basado en el diálogo e intercambio directo entre ciudadanos del Este y el Oeste, así como su contribución en distintas campañas y sus reflexiones sobre la militarización del planeta en la era nuclear.