Ana , José y Gabriel se conocen en la Facultad de Derecho de Lisboa y se convierten en un trío inseparable. Al acabar la carrera, José le propone matrimonio a Ana, y ella acepta, porque «era necesario decidir el futuro, y porque lo que había creído que sería una elección difícil acabó simplificada por el silencio del otro». Cuando a José le ofrecen un trabajo en Mozambique, Ana le acompaña a su pesar, pero decide pasar con Gabriel la noche anterior a la partida. Ese encuentro marcará no sólo la nueva vida de los recién casados en África, sino el nacimiento de su hijos Pedro y Paula, niños gemelos que parecen heredar el conflicto y los sentimientos silenciados de sus progenitores. Los dos hermanos, como las dos caras de una misma moneda, sienten una dependencia mutua que les corroe, peligrosamente cercana al amor, e intentarán sobrevivir emocionalmente en el marco de una etapa decisiva en la historia portuguesa, la de la revolución de 1974 y de los años posrevolucionarios tanto en Portugal como en Mozambique.