La periodista Amelia Jacobs tenía en sus manos la exclusiva que podría lanzarla al estrellato: una entrevista con el millonario Vaughan Mason, el hombre que llenaba las columnas de sociedad. Pero no había tenido tiempo de prepararse? Vaughan no iba a dejarse impresionar por Amelia ni por su reputación. Prefirió sugerirle que pasara una semana con él, viéndolo trabajar. Lo habían retratado como un hombre despiadado tanto en los negocios como en el dormitorio?