Una novela de amor adulta en la que convergen posturas que se atraen y
se rechazan: la eternidad y las tentaciones subrepticias del erotismo
efímero.
Aurelia, cubana, corresponsal de un periódico de Caracas, fluye entre su
familia y la profesión. A Fernando, hombre de familia, la crisis de los
cincuenta lo sorprende cuando descubre, entre otras cosas, que sus hijos
y su mujer prescinden de él. El hombre es ingeniero, padre proveedor, a
quien no le resulta fácil integrar a Aurelia en su vida. Tampoco está
dispuesto a renunciar a una gran pasión.
Con maestría, el autor va mostrando cómo en esa justa de sentimientos la
simetría puede confundirse con reciprocidad, como si los motivos
estéticos y los motivos éticos formaran la atmósfera enrarecida en la
que Aurelia y Fernando viven, entablan ese comercio que no se resigna a
la abnegación ni a la dicha.
Esta novela de Alejandro Manara explora el mundo de un amor clandestino
con angustiosa y a la vez clínica precisión.