Diviértase y demuestre lo que sabe (y si no lo sabe, ya se lo aprende).
¿Le horroriza la playa? ¿La arena, la crema, las colchonetas de plástico? ¿Odia los cámpings y las caravanas? ¿Carga con una suegra y tres churumbeles? No se preocupe, Debolsillo y Mongolia tienen la solución a sus problemas vacacionales: sudokus, conjuntos, búsqueda de diferencias, crucigramas, ajedrez, laberintos, sopas de letras. Disfrute de este libro de pasatiempos como cuando era niño, pero no olvide que está en territorio Mongolia, la revista que es un país, con un decálogo que en el punto 7 afirma: «Desde nuestras páginas perseguiremos con tinta a bandoleros, farsantes, embusteros y demás fauna que anteponga sus intereses personales y los del Fondo Monetario Internacional a los del mundo mundial». No se sorprendas si los pasatiempos que le proponemos acaban por hacerle llorar, incluso de risa.