Marcela Serrano explora la idea de la afasia como metáfora de la condición de la mujer y de su silencio milenario.
La historia sitúa a Blanca, a punto de cumplir los cuarenta años, en el Santiago de la transición a la democracia. Ella es una fiel exponente del Chile intocado, que se ve confrontada, a través de su cuñada Sofía y de Victoria, hija de un detenido desaparecido, al otro Chile, aquel que fue brutalmente herido en los años de la dictadura. La infidelidad aparece como el punto de inflexión, el quiebre rotundo, que derrumba su mundo de aparente seguridad, el momento en que Blanca se ha sentido más cerca de Dios. El universo profundo de las mujeres y las diferentes formas en que el amor y la amistad irrumpen para vivificarlo son los ejes de esta novela que emerge de la pluma de Marcela Serrano, demostrando una vez más su forma aguda de observar y penetrar el alma de las mujeres actuales.