Esta sabia y conmovedora novela de Italo Calvino encierra en su brevedad y aparente sencillez una hondura sutil que solamente los grandes maestros son capaces de transmitir. Corriere della Sera Del mismo modo que el observatorio que lleva su nombre, el señor Palomar mira y analiza el mundo. El señor Palomar observa y piensa, entre la aparente no actividad y la enorme actividad interior, que se traduce en evolución del pensamiento acerca del mundo. Las experiencias de Palomar consisten en concentrarse en pequeños objetos y fenómenos a través de cuyo minucioso análisis encontrará una relación entre el objeto y el universo, o entre el yo y el universo, porque éste se refleja, se verifica y se multiplica en todo lo que nos rodea. Todo es lo mismo y todo forma parte de lo mismo. El mar, el cielo, las estrellas, un prado, un pequeño queso en la estantería de un supermercado, el mármol ensangrentado de una carnicería encierran en ellos mismos todas las preguntas sobre la existencia. El itinerario de Palomar hacia la sabiduría recrea una historia en la que la anónima vida del protagonista se eleva como ejemplo del vertiginoso viaje interior que muy pocos osan realizar.