Siglo XIX. Pensando en el futuro del pequeño Shirô, Torakichi se plantea volver a casarse. Pese a aceptar una cita a ciegas con la pretendienta propuesta por el padre de su difunta esposa, los acontecimientos se desarrollan de forma inesperada...
Y es que da igual la época, la paternidad es algo que se aprende paso a paso.