-Pero, ¿cómo se puede defender a un hombre como Stalin?
-¿Cómo no apoyar a Stalin, quien construyó el socialismo, derrotó el nazismo y encarnó todas nuestras esperanzas?
El primero es el punto de vista de una persona que ha interiorizado las mentiras, calumnias y distorsiones sobre la vida y la obra de Stalin difundidas en los años treinta y cuarenta por la propaganda nazi, retomadas años después por la propaganda macarthista difundida desde Estados Unidos y asimiladas por la cultura del mundo occidental durante la Guerra Fría.
Después de la muerte de Stalin, el Informe Secreto de Kruschev corroboró todas esas infamias.
A tal grado que, esta vez, fueron aceptadas, incluso, por la mayoría de la opinión pública democrática y de izquierda, al igual que justificada por muchos de los que seguían llamándose comunistas.
El segundo es el punto de vista de una anciana, militante comunista, judía, cuya familia había sido exterminada en los campos de concentración nazis. Esa mujer se mantenía fiel a la fiel revolución, cuando otros ya habían claudicado. Su punto de vista es el de miles de explotados y oprimidos que se niegan a ver enlodados sus ideales y mistificada su historia.
Con el objetivo de reconstruir esa verdad histórica, Ludo Marterns enfrenta y rechaza los más habituales ataques contra Stalin: el testamento de Lenin; La colectivización impuesta; la industrialización forzada; la burocracia sofocante; el exterminio d la vieja guardia bolchevique; las Grandes Purgas; la colusión entre Stalin y Hitler; la imcompetencia de Stalin durante la guerra...
Acudiendo a fuentes inobjetables y fruto de una rigurosa investigación histórica, el autor de Otra Mirada sobre Stalin compara las tesis sostenidas por este y otros dirigentes del Partido Comunista Bolchevique con las de sus opositores internos. También presenta numerosas opiniones y testimonios provenientes tanto de adversarios del socialismo, como de sus seguidores y de observadores imparciales.
Todo ello teniendo como trasfondo un vasto panorama histórico, en el cual describe en términos críticos la primera experiencia socialista que transformó una sociedad semi-feudal y atrasada en un país avanzado desde el punto de vista industrial y cultura, así como capacitado para derrotar la poderosa maquinaria político-militar del nazismo.