William Shakespeare (1564-1616), el poeta de Stratford-on-Avon, es quizás el dramaturgo más importante de todos los tiempos. Las notas sobresalientes de su teatro son: su magistral dominio de la técnica teatral, la fuerza de sus personajes y una probada objetividad, desligada de todo sentimentalismo. Otelo, tragedia en cinco actos fechada en 1604, se trata de un relato de celos salvajes en donde sólo la dulce figura de Desdémona, injustamente sacrificada, suaviza la trágica trama protagonizada por rudos personajes movidos por desenfrenadas pasiones.