Un recorrido ameno y riguroso por la paleoantropología, el fascinante mundo de los fósiles, las maravillas de la fisiología, los misterios de la genética y el cerebro, los fraudes científicos y los hallazgos anómalos e inclasificables nos lleva a concluir que nuestro origen y evolución no son como nos ha contado el materialismo darwinista, no se desarrollan gradualmente, no se explican por la selección natural ni por mutaciones al azar, sino que son la expresión dinámica de un misterioso programa inteligente basado en el saltacionismo modular dirigido. También apoya la idea de que todos los miembros de la familia evolutiva humana han pertenecido y pertenecemos a la misma especie, y que nuestra naturaleza humana ha estado presente en nosotros desde el principio.