El libro recoge un centenar de ellas. Oraciones de alabanza o sencillas súplicas, expresión de una espera contemplativa, más allá de las dudas y las vacilaciones, estos breves textos nos recuerdan que en cada uno de nosotros se ha depositado el deseo de la comunión con Dios. Con la publicación de estas plegarias, el hermano Roger quería invitar a dejar crecer en uno mismo la confianza sencilla de la fe y a descubrir cómo rezar en el silencio del corazón.
Este volumen se añade a los ya publicados en esta editorial: Dios solo puede amar, Las fuentes de Taizé. Amor de todo amor y Retrato de Taizé. A ellos se añadirá muy pronto ¿Presientes la felicidad?, colección de recuerdos y experiencias de toda su vida.