Esta deslumbrante novela se organiza como un ingenioso y perverso juego de muñecas rusas que atrapa y sorprende al lector con sucesivas vueltas de tuerca en las que realidad y ficción se funden y confunden. El autor se sirve de una trama de espionaje con toques de thriller para construir una historia en la que indaga el choque entre la lealtad y la traición, el amor y la redención, la honestidad y el engaño, la literatura y la realidad.
Con esta narración de extraordinaria sutileza psicológica y precisa arquitectura, de trama trepidante y fina ironía, Ian McEwan demuestra una vez más que es un maestro consumado del arte de la novela.