La isla de Ometepe es la mayor isla lacustre del mundo. Ubicada en el lago Cocibolca de Nicaragua, está formada por dos volcanes imponentes, el Concepción y el Maderas, unidos por un istmo, con la particularidad de que transitan tiburones de agua dulce por las aguas que la circundan. Los cuentos que conforman Ometepe, ambientados en torno a esta isla excepcional, están en su mayoría basados en leyendas o relatos populares locales. Cuentos que se van entrelazando con pequeños juegos de referencias entre sí y también con la tetralogía de Los viajes de Juan Sin Tierra (La pipa de Marcos, La isla de Nunca Jamás, Río Loco y En la tierra de los Sin Tierra, Astiberri, 2004-2010), de Javier de Isusi.
La isla de Ometepe es uno de esos lugares donde los límites entre lo real y lo imposible parecen no existir. Y así las historias fluyen a borbotones de uno al otro lado reconocen los autores. Ambos hemos vuelto a Ometepe una y otra vez, no físicamente desde luego, pero sí en nuestras historias, porque ambos sabemos la deuda que tenemos con aquella isla. No han sido pocas las ocasiones en que ha aparecido en nuestras obras, a veces simplemente como una presencia inspiradora, otras como auténtico homenaje al lugar que tanto nos dio, añaden. De Isusi y Saracino apuntan que algunas de las historias que componen Ometepe nos las contaron allá, otras se nos ocurrieron después cautivados por su encanto. Algunas ha habido que redibujarlas para mantener una coherencia gráfica en el libro, en otras han sido los textos los que han sido retocados. Y al juntarlas y ordenarlas todas, ocurrió la sorpresa: de pronto descubrimos que las seis historias que aquí recogemos estaban interrelacionadas desde el principio. Algún duende de la isla nos ha debido acompañar en el proceso.