Sudar la gota gorda en la cocina de la hamburguesería de turno, esperar a que suene el teléfono, tratar de llamar la atención de directores, managers, ayudantes de producción y demás gentes con poder de decisión. Es el día a día del actor aspirante Pablo Díaz-Strasser, que en esta ocasión se embarca en el proyecto de dirigir y protagonizar el montaje teatral de una obra que ha escrito.
Aferrado a la esperanza de que el éxito de su comedia lo saque del anonimato, Pablo lidia con las fricciones que surgen dentro del grupo, mientras cruza los dedos para no tener que enfrentarse a una nueva decepción.