Caroline Portman debería haber estado satisfecha con su nuevo empleado, pues necesitaba ayuda en el rancho urgentemente. Sin embargo, había algo en Sam Beaumont que le hacía preguntarse si aquel hombre solitario no ocultaría algo. Sam tenía una presencia poderosa, la de un hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba? incluso lo que no podía tener. Y cuando le echó el ojo a Caroline, ella supo que no tardaría en acabar en la cama con el verdadero jefe.