Tras una estancia en la península llena de extrañas aventuras, Sasha regresa a su isla natal para cursar el bachillerato. Sin embargo, desde el primer momento advierte que algo ha cambiado en la Graciosa, donde trata de reprender su vida después de haber perdido el rastro de Ivonne, la única chica de la que ha estado enamorado. Nota que sus vecinos le miran con recelo, mientras sus padres disponen de un alto nivel de vida sin aclarar el origen del dinero.
Mientras empieza a sospechar que el experimento al que fue sometido un mes antes no ha hecho más que empezar, Sasha detecta una presencia extraña en el islote de seiscientas almas.
Algo o alguien se mueve por los paisajes casi marcianos esperando el momento de actuar. Durante una expedición en solitario, descubre el brillo de Oblivion en el norte desértico de la isla. Sasha cruzará la puerta metálica, aunque sabe que con ello dinamita cualquier esperanza de regreso a la normalidad. Todo su mundo está a punto de cambiar de una manera que es incapaz de imaginar.